3 POEMAS DE JACKELINE ROJAS A.

AUTORA: JACKELINE ROJAS A.

(LA HABANA, CUBA, 1973).

Desde su adolescencia se interesó en la literatura. Graduada de diferentes lenguas: inglés, francés, italiano y portugués. Ha tomado cursos de fotografía y es Licenciada en Psicología en la Universidad de La Habana. Ha participado en diversos cursos de técnicas narrativas y poéticas, entre los que destacan los impartidos por el Centro de Creación Literaria “Onelio Jorge Cardoso” y el Centro Hispanoamericano de Cultura. Fue miembro del Curso-Taller para la formación de escritores dictado por el Grupo Literario Letra D’Kambio, en la Casa de Cultura Mirta Aguirre. En la actualidad, es miembro del Laboratorio de Escrituras “Encrucijada”, que dirige la escritora Elaine Vilar Madruga. Ha colaborado en varias ocasiones como autora con el proyecto Troyanas en Cuarentena, que dirige la teatróloga y escritora Ámbar Carralero. Su minicuento “Las tres Marías” fue seleccionado como parte de la edición aniversario de la revista literaria Ediciones Alborismos (Venezuela 2021) y una selección de su poesía ha sido publicada en la revista Trinando #34, correspondiente a noviembre del 2021 y en la revista Margen de Luz. Su cuento infantil “Herencia” fue Segundo Premio del Concurso Internacional “Mi lugar en el mundo”, organizado por Black Barcelona, 2021. Su poema “La consagración” fue publicado en la Revista Herederos del Kaos (Barcelona, 2021). Ganadora de una de las becas que concede a escritores la prestigiosa Asociación Can Serrat, en su convocatoria Summer-Fall 2022. Cursó el Taller de Dramaturgia Anfibia en Arthaus Residencia de Artistas en diciembre del 2021, con el profesor Fernando Epelde. La revista Herederos del Kaos de Barcelona publicó su microrrelato “Piromanía” y la revista Poéticas Marcianas, su relato “Desdémona 2021” y su poema “La tarde en que Shakespeare abandonó la tragedia”. La revista Marjorie Revue publicó sus dos textos poéticos “Memorias de dos amantes del siglo XXI” y “El perfecto desconocido”.

Expedición

 

Vagué enturias buscando una imagen.

Hurgué en mis vísceras como ave de rapiña.

Hambrienta, estéril de suposiciones.

No te encontré.

 

Descendí al pozo de la duda.

Nadé entre anémonas y algas salvajes.

Quedé intacta.

Leí señales complejas.

 

A través de mi ventana escuché el canto del estornino.

 

 

Sputnik

 

Amanezco iletrada en un mundo

donde los códigos y fonemas

embotan los sentidos.

 

Des-amanezco:

Irreverente encapsulo imágenes.

Partículas cósmicas revolotean.

Incoherente salpico mi cuerpo de batallas etéreas.

En un segundo me desintegro.

 

Demando que en el corazón del roble

estalle el último latido.

 

 

Balada al convoy imperial

 

Permíteles disentir,

una vieja canción estremece las entrañas del clan.

Déjalos ser… quién eres para juzgarles.

Y el tren no encuentra estación.

Ya el tren no puede pararse.

La vieja arboleda no escucha los estertores

de una historia decadente que no quiere ser contada.

Alguien se extravió en un camino sin paz.

Permíteles disentir.

Mudaron los escenarios y los actores mediocres no convencen.

El tren no encuentra auditorio.

Ya el tren no puede parar.

Ni vítores ni aplausos logran enmudecer conciencias,

conciencias robotizadas, extraviadas que juraron ser fiel.

¿Adónde fue tu alma?

¿Adónde fue tu credo?

Dono mi pluma a la causa número tres.

Abro mi pecho y exploto en cien mil partículas que se diseminan

esperando

                                      el juicio final.