3 POEMAS DE MARIANA ARREOLA

-AUTORA: Mariana Arreola Montesinos (Marie Anne)

-CIUDAD OBREGÓN, SONORA, MÉXICO

Es una poeta y escritora de 20 años, nacida en Hermosillo, Sonora, México. Actualmente estudia el cuarto semestre de la licenciatura en Gestión y desarrollo de las Artes en la Universidad ITSON campus Obregón, y ha complementado su formación académica con cursos y talleres de poesía, fotografía cinematográfica, escritura para guion de cortometraje y dos diplomados en Producción y guion cinematográfico otorgados por CIBEF, el Centro Iberoamericano de Estudios de Fotografía y Cine en formación, consultoría, producción e investigación. Su poesía aparece en libros y revistas internacionales, como BIPOC Issue, La colección de poesía decembrina, y CULTURE presentadas por la editorial norteamericana Wingless Dreamer Publisher y Moida Magazine en junio de 2021. En noviembre de 2021, Mariana fue la única participante Guaymense dentro de las presentaciones literarias en el Encuentro de cuento y narrativa breve Edmundo Valadés en su VII Edición. Su trabajo “La belleza del apocalipsis” es un cuento publicado por el Instituto Sonorense de Cultura en la antología Letras del desierto 2021, junto a un colectivo de escritura de Ciudad Obregón. En diciembre de 2021 dos de sus poemas salieron a la venta dentro de la antología El caminar de la vida (Walk of life) por la editorial A poet’s choice, y su poema “Hija Doméstica” formó parte del catálogo de la revista estadounidense For women who roar. Actualmente, su poema “Andrea” fue publicado en el catálogo digital de la revista Mortal (Abril 2022). Su trabajo más reciente, “A Movie Called Honeycomb” ya se encuentra a la venta en el chapbook publicado por Torrey House Press, In the Garden, libro que forma parte del Programa de Humanidades Ambientales de la Universidad de Utah.

Los cuentos de Grimm

 

En una versión de las leyendas,

los hermanos todavía no aprendían a escribir.

Era puro cuento de sus allegados

la originalidad que tenían al hacerlo.

Pobre literatura clásica. Pobre teoría de la literatura.

Lo que sí era cierto fue cómo las voces

de quienes les contaban dichas anécdotas

desenvolvían sus experiencias

para que ellos pudieran vestirlos como personajes—

esta era la música que los hermanos sí oían.

De manera que los lapiceros sordos

contemplaron aquel ritmo y se lanzaron

a intentar redactar los movimientos de ese baile;

aquella música sagrada

que se transmitía de lugar en lugar.

Con tan sólo imaginármelos como periodistas,

primero viendo, después cavando;

mi propia voz se tranquiliza

al prometerse que escribir se trata simplemente

de aprender a escuchar.

Es la imaginación de una canción

lo que los inventores cantamos.



Stanzas de la meditación

 

Todas las ideas que aterrizan

tienen que ver con el dolor y la pérdida

dentro del cuerpo humano. En eso se distingue

la ansiedad de un pensamiento

con el trato hospedable que le da la meditación.

 

Dentro de la mente se empuja el derretimiento

de un glaciar, cuya tristeza también está relacionada

con la desnudez que ves en los desiertos,

y sus formas de vida distantes.

 

Realmente tenemos cierto poder

con la negación— ¿miento?

En esto es que nos parecemos a todo

lo que conlleva el pensamiento antiguo.

 

Platico varios temas día y noche, y en palabras

de mi instructor de yoga: en mí se distinguía

un delgado hilo de dolor que parecía casi quejoso.

Después de una semana entendí que cuando

transportas tu ansiedad fuera de tu mente,

 

el resto del peso se distorsiona: no soy

una persona feliz. Tengo pánico, que se funde

con la ira y la culpa, por lo que soy evasiva

conmigo misma y me cuesta conectar

con el mundo profundo. Al final,

 

me paso el resto de la mañana

en compañía de dichos argumentos,

pero este día es diferente al resto, porque

ahora, a través de mis palabras no solamente escucho,

 

sino que veo ese hábito que tengo de hacer escurrir

las cosas, ya sea en forma del torrencial de una lluvia

que salpica a mis mejores amigos, o como un secreto

compartido, que se plasma después de meditado,

sobre el papel.

 

 

O

 

Imagina un linaje formado

de historia.

Sin que se trate precisamente de actos

de valentía o de bondad,

sino forjado a través

de exclamaciones de disgusto,

o quizás miedo, reflejado

en quienes no habían sido

colonizados, antes.

Un mundo lejano se desglosa

por ejemplo, en una oda

con rimas, porque hemos

aprendido a sobrevivir

en lenguajes, y pasajes

a lo largo del tiempo,

sospechando que llegaríamos

a crear un dialecto suficiente

que describa a las masacres

por sí solas,

académico, y electrocutado

por una tensión continua

como la distancia que existe

entre la boca y lo que

se tiene que hablar;

el ser y el haber sido

como dos danzantes comprometidos

a moverse para el resto de un público.

Todo esto se ha cerrado

en un círculo perfecto.

Tan solo imagina la sencillez con la que

un canario aterriza en una rama

después de la travesía, para mirar

a la raíz desde lo alto, y ponerse a cantar.

O: quizás son nuestras bocas las que cantan.